La Invocación se refiere a ese inminente, influyente y revelador depósito de energía, causa inmediata de todos los acontecimientos sobre la Tierra, que indican el surgimiento de algo nuevo y mejor; estos acontecimientos demuestran el avance de la conciencia humana hacia una mayor luz.
Por lo general el llamado invocador ha sido hasta ahora de naturaleza egoísta y formulado momentáneamente. La invocación es una plegaria mundial, no contiene ninguna demanda personal ni anhelo invocador transitorio; expresa la necesidad de la humanidad y supera todas las dificultades, dudas e interrogantes, llegando directamente a la Mente y al Corazón de Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser; Aquel que permanecerá con nosotros hasta el fin de los tiempos y “hasta que el último cansado peregrino haya encontrado su camino al hogar”.
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